Presa de Guadiloba

La Presa de Guadiloba se encuentra sobre el río Guadiloba en el T.M. de Cáceres.

Situación de la Presa de Guadiloba. Fuente: Google Maps

La Presa de Guadiloba es una presa de gravedad de 32 metros de altura sobre cimientos y 534 metros de longitud de coronación. Tiene una capacidad a Nivel Máximo Normal de 20 hm3 los cuales ocupan una superficie de 223 ha.

Sección de la presa. Fuente: iAgua

La superficie de la cuenca hidrográfica es de 135 km2 y su avenida de proyecto tiene un caudal punta de 320 m3/s. Dispone de un aliviadero central regulado por compuertas con una capacidad de alivio de 220 m3/s. En cuanto a los desagües, la presa, de acuerdo al proyecto constructivo, cuenta con un desagüe con una capacidad de 10 m3/s.

Presa de Guadiloba. Fuente: propia

Debido a su pequeño tamaño y los episodios extremos que se están viviendo en los últimos años, la presa pasa en cuestión de días de la sequía y de tener que ser alimentado del trasvase del Almonte, del que se hablará más adelante, a su llenado rápido y a tener que laminar la avenida.

Volumen del embalse en los últimos meses. Fuente: Boletín hidrológico peninsular

La presa se encuentra dentro de Red Natura 2000, concretamente en la ZEPA «Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes», lo que hace que haya una gran avifauna en el entorno de ella. Es frecuente la presencia de milanos, cernícalos y aguiluchos cenizos. También se pueden observar algunas aves típicas esteparias como gangas, ortegas, alcaravanes y sisones si levantan el vuelo a nuestro paso. Las avutardas, por su gran tamaño, se divisan a largas distancias con bastante facilidad.

PROBLEMAS HISTÓRICOS DE ABASTECIMIENTO EN LA CIUDAD DE CÁCERES

El uso principal del Embalse de Guadiloba es el abastecimiento de agua. Son cuatro los municipios que se abastecen de ella: Cáceres, Sierra de Fuentes, Malpartida de Cáceres y Valdesalor, lo que supone unas 300.000 personas.

Vista de la estructura de las compuertas (derecha) y de la tubería (izquierda). Fuente: propia

Desde finales del siglo XIX se comenzaron a realizar distintos proyectos para resolver el problema de abastecimiento de la ciudad de Cáceres. Pero no fue hasta 1899 cuando se ejecutó el primer proyecto, promovido por la Sociedad de Agua de Cáceres. Este proyecto consistió en llevar agua desde la Mina de las Esmeraldas. Sin embargo, este agua era de mala calidad, por lo que los ciudadanos eran reacios a sus consumo. Además, la mayoría de las viviendas no disponían de agua corriente.

En 1927, el geólogo Eduardo Hernández Pacheco realizó un proyecto para explotar el subsuelo en la zona denominada «El Marco», la cual era rica en acuíferos. Este nuevo proyecto solventó en ese momento los problemas de la ciudad. Sin embargo, el aumento de la población y al aumento del nivel de vida, que suponía un incremento de consumo de agua por habitante, suponía que hubiera cortes de agua en los periodos de sequía.

Fue entonces cuando se planteó la construcción de la Presa de Guadiloba. Se levantó donde el río comienza a encajarse en la Penillanura Cacereña, logrando así la óptima relación entre tamaño de presa y volumen de agua embalsada. En ésta existen meandros por lo que resultó una forma muy curiosa en el embalse que, a algunas personas, recuerdan al dragón con el que se enfrentó San Jorge, patrono de Cáceres. La obra de la presa finalizó en el año 1971.

Forma del embalse. Fuente: Google Maps

La presa se diseñó para un horizonte de 25 años y estimando que la población no subiría de los 60.000 habitantes. Sin embargo, esa cifra ya fue superada en el año 1981, tal y como se puede ver en la siguiente imagen:

Población de Cáceres. Fuente: INE

En el año 1992 fue necesaria la realización de una obra de emergencia debido al bajo nivel del Embalse de Guadiloba. Estas obras consistieron en la instalación de una estación de bombeo en el río Almonte, con una capacidad de bombeo de 25.000 m3/día. La estación de bombeo se puso en marcha el día 30 de julio de 1992.

En el año 1995, la Confederación Hidrográfica del Tajo advirtió que, a partir del año 2012, el embalse de Guadiloba no podría cubrir la demanda.

En el año 2001, una ola de frío requirió una producción extraordinaria de energía en la central hidroeléctrica de Alcántara, la cual es explotada por Iberdrola. Dado que la toma del bombeo se encuentra en la cola de dicho embalse, al bajar la cota del nivel, la toma de aspiración quedaba más alta que el nivel del agua (se encuentra a la cota 194 msnm), lo que impedía que se produjera el bombeo. Iberdrola tiene una concesión que le permite turbinar hasta que el embalse se encuentra a la cota 172 msnm. Fue en ese momento cuando se empezó a trabajar para encontrar una solución definitiva distinta al bombeo.

En el año 2002, el Gerente del Canal de Isabel II, Gerardo Díaz, dio al ayuntamiento de Cáceres, que es el propietario de la presa, distintas soluciones:

  • Desplazar el trasvase 7 km aguas abajo del río Almonte.
  • Aumentar la capacidad de bombeo del trasvase, con un coste de 3 millones de euros.
  • Bajar la cota de las bombas existentes 3,6 metros, hasta la cota 191,5.

La solución por la que se optó fue la tercera de ellas, a pesar de que la cota seguía siendo superior a la que Iberdrola tiene autorizada.

La primera alternativa elegida por el Gobierno central fue el nuevo embalse en el Almonte, cerca de Monroy, con un presupuesto de 40 millones de euros, el cual estaba incluido en el Plan Hidrológico Nacional del periodo 2000-2008. En 2004 el proyecto se llegó a licitar, pero tras el cambio de Gobierno de aquel año, con la entrada del presidente Zapatero en la Moncloa, se descartó debido al impacto ambiental que ocasionaría, con incumplimiento de varias directivas europeas. Asimismo, este Plan Hidrológico Nacional fue anulado por el gobierno. La nueva presa, con 40 hm3, tendría el doble de capacidad que la del Guadiloba, que también se seguiría utilizando, con lo que las reservas de Cáceres se triplicarían.

En vista de ello, la Confederación Hidrográfica del Tajo diseñó cuatro opciones:

  • Construir una nueva presa en el Almonte.
  • Trasvasar agua desde Portaje.
  • Trasvasar agua desde Alcántara.
  • Trasvasar agua desde el Salor.

Finalmente, se optó por el trasvase del Portaje, a 65 kilómetros, una obra con un coste inicial de 61 millones de euros. El movimiento vecinal no vio con buenos ojos aquella solución y la rechazó, ya que consistía en otro trasvase de un embalse pequeño (23 hm3), que a su vez dependía para sus refuerzos del agua del Embalse de Gabriel y Galán.

A pesar de ello, la obra fue adjudicada en mayo de 2007 y en diciembre se instaló el primer tramo de tuberías. Sin embargo, no se llegó a finalizar por las dificultades técnicas en los cruces sobre los ríos Almonte y Tajo, ya que el Ministerio de Fomento impidió que las tuberías se instalaran bajos los puentes situados en la N-630 y la A-66 y no se encontró solución al respecto, a pesar de que ya se habían gastado 60 millones de euros.

Camino de coronación. Fuente: propia

Con el paso de los años, el bombeo en el río Almonte, que inicialmente consistió en una solución provisional y de emergencia de bajo uso se convirtió en el aporte principal para satisfacer el abastecimiento, ya que desde mediados de 2018 el trasvase ha sido continuo y solo ha habido paradas puntuales de mantenimiento y las ya indicadas.

Tras 26 años en uso de esa obra provisional, en el año 2018, se realizó una obra de mejora de la estación de bombeo, que consistió en la sustitución de los antiguos mecanismos que estaban muy deteriorados y aumentar así la capacidad de bombeo, además de renovar la instalación eléctrica. Asimismo, una de las mejoras es que se dimensionó un sistema para que, utilizando las canalizaciones existentes, se pudiera bombear a la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) sin pasar por el Embalse de Guadiloba.

Actualmente, la estación está compuesta por 3 bombas sumergibles que llevan el agua hasta el embalse de Guadiloba elevando el agua 200 metros de altura y con un conducción de 10 km de longitud. La capacidad de bombeo es de 36.000 m3/día, que equivale al consumo diario.

Vista de las compuertas y de la tubería. Fuente: propia

El consumo anual actual asciende a 10 hm3/año, la mitad del volumen que tiene el embalse. Aunque hay que reseñar que según datos actuales, baja cada año debido a la concienciación de los vecinos de la escasez de agua.

La realización de esas obras no quiere decir que no se sigan aportando soluciones al abastecimiento. En el mes de julio de 2020, se anunció una nueva solución: desplazar la captación del actual trasvase del Almonte a 6 km aguas abajo, de modo que la cota de aspiración de las bombas quedarían a 180 msnm. Esta opción permitiría aprovechas 20 km de tuberías instaladas para las obras de Portaje.

En septiembre de 2022 se publicó el informe de impacto ambiental favorable por parte de la Junta de Extremadura. Las obras incluyen una nueva instalación de 6 bombas sumergibles, una nueva subestación eléctrica y una planta solar fotovoltaica para el autoconsumo de todo el sistema. Este agua podrá impulsarse directamente a la Estación de Tratamiento de Agua Potable sin pasar por el Guadiloba, por eso se hará otro depósito de 15.000 m3.

Al margen de la administración, grupos ecologistas y profesionales apuntan otra opción: el recrecimiento de la actual presa del Guadiloba, es decir elevar la cota de coronación unos metros para aumentar la capacidad del embalse. Una idea que periódicamente reaparece, aunque la administración no la ha llegado a asumirla formalmente.

ÚLTIMAS OBRAS REALIZADAS

A lo largo del año 2023, el Ayuntamiento de Cáceres, propietario de la presa, a través del Canal de Isabel II, la concesionaria, realizó dos actuaciones de mejora para sustituir los órganos de maniobra en desagüe de fondos y renovar la auscultación de la presa. En estas actuaciones, el concejal de infraestructuras, Andrés Licerán, señaló que la actuación de los desagües consistían en la renovación de los dos desagües de fondo, se desconoce cuándo se pasó de un desagüe a dos, ya que en el proyecto técnico de la presa solo figura uno.

La actuación consistió en la sustitución de las válvulas de mariposa existentes en la cámara de válvulas, por una válvula de compuerta motorizada, que permite el corte completo de la tubería de desagüe, colocando justo aguas abajo de esta, una válvula anular, que permita controlar el caudal evacuado.

Como consecuencia de la nueva disposición de la valvulería, fue necesario ampliar la sala de válvulas, para lo cual se realizó la demolición de la solera de la galería principal de la presa, hasta la cota de la solera de la cámara de válvulas. Además, se realizó la demolición de 1,24 metros del muro aguas abajo de la cámara de válvulas, dotándola de la longitud necesaria para la instalación de la nueva configuración de valvulería.

En cuanto a la renovación de la auscultación de la presa, las obras consistieron en la optimización de los recursos existentes en la instrumentación actual de la auscultación de la presa de Guadiloba, renovando la mayoría de los elementos y automatizando algunos de ellos y poder disponer de un seguimiento continuo de las variaciones que pueda sufrir la presa.

Se instaló una nueva estación meteorológica, nuevos medidores de nivel por radar; ejecución de nuevos drenes, adquisición de dos obturadores portátiles de drenes, nuevos aforadores ultrasónicos y por vertedero, renovación de medidores tridimensionales; renovación y automatización del péndulo directo de la presa, lectura automática de extensómetros de varillas existentes en la presa e instalación estación de aforos aguas arriba del Guadiloba para poder determinar el caudal entrante a la presa.

FUENTES:

Web iagua

Web embalses.net

Web Ayuntamiento de Cáceres

Web Andalucía Rústica

Nota de prensa del Ayuntamiento de Cáceres sobre las obras de mejora

Video de Live Cáceres

Reportaje de Canal Extremadura

Noticia Periódico Hoy sobre las nuevas bombas

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